viernes, 26 de febrero de 2010

Los salvadores de la Patria se movilizan

El Marqués era un hombre ejemplar, pese que tuvo una juventud ciertamente azarosa. Sus años de mozo transcurrieron en plena sintonía e insultante exhibición de la alta alcurnia a que pertenecía, y de la que siempre se sentía deudor. Aquellos años coincidieron con un cierto desajuste en la casa del Marqués, se rumoreaba que la constante rotación del personal del servicio se debía a un inexplicable número de embarazos no deseados que solo sabe Dios a que causa pudieran imputarse. La llegada de la Cruzada Nacional fue una llamada al corazón de Don Fernando. Así con pronta disposición no dudo en responder a la misma. El desgarrador lamento de España y una trifulca de cartas en el casino hizo que el Marqués se presentara voluntario en la IV División Navarra. El destino y una carta del Obispo de Pamplona depararon para el Marqués un servicio más importante para la causa, encargado en Burgos de devolver a la legalidad de cuantos bienes fueran incautados a los rojos y que hubieran servido para mantener el “sin Dios” existente desde el treinta y uno. Siempre decía que en la retaguardia era donde mayores servicios se hacían a España. A esta labor dedico denodados esfuerzos, y con resultados altamente satisfactorios, de tal forma que a los ojos de sus superiores apareció como un gran gestor y un fiel servidor de la nueva España recién nacida. Fue de esos pocos elegidos por la patria para pertenecer a casi todos los Consejos de Administración de las empresas nacionales. En plena madurez sintió una nueva revelación. Con el advenimiento de la democracia sintió nuevamente la llamada del deber y a dicha empresa orientó, con nuevos bríos, todos sus esfuerzos. Su experiencia nuevamente al servicio de los intereses de España. Participó activamente en dicho propósito, y como fue toda obra por él emprendida a lo largo de su vida, realizada desinteresadamente. Nuevamente con eficacia realizó el tránsito a manos de todos los españoles y españolas del ingente activo del sector público. Pocos días antes de su fenecimiento realizó su último servicio a España, participo en la creación de la Fundación “Esto solo lo arreglamos los de siempre”. Bendita dedicación a España. Se ruega una ferviente plegaria para Don Fernando.
Continuara: Carta de una madre soltera a un hijo en el Penal de Santoña

1 comentario:

Álvaro Dorian Gray dijo...

Esto solo lo arreglamos los de siempre... como siempre
saludos y salud