domingo, 20 de marzo de 2016

De como Europa instala un moridero en Turquía y de como llegamos a la conclusión de que No estamos muertos pero somos unos muertos

hanna-levy-hassHoy entra en vigor el vergonzante acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. Bajo el eufemismo de dar una solución a la crisis migratoria, los bien pensantes representantes europeos instalan un moridero, previa tasación al kilo de carne humana.

De los despropósitos del siglo XX con sus innumerables Guerras, sus epílogos son escritos por sus supervivientes pero los epitafios los esculpen los poderosos.

De los libros que relatan las penurias del internamiento en los campos de concentración, en el que la barbarie es la única dieta diaria, y de las desdichadas vidas de sus escasos supervivientes, estremece El diario de Hanna Lévy-Hass, “Diario de Bergen-Belsen, 1944-1945” Galaxia Gutenberg, 2006.

Relata con sencillez y extrema crudeza lo más oscuro y siniestro de lo que es capaz el ser humano. Nunca un nuevo día es mejor al anterior, observa y padece el sufrimiento con objetividad y detalle, pero el motor de su vida es la esperanza en que deberá llegar el día que en todo cambie.

El prólogo de este conmovedor relato es de Amira_Hass hija de Hanna, periodista y defensora de los Derechos Humanos (sirvan sus artículos en referencia a los territorios ocupados Palestinos y sus múltiples detenciones por las autoridades israelís).

Los deseos de Hanna por conseguir un mundo mejor, una vez más se ven defraudados, Europa una vez más mira a otro lado: tasa, paga y olvida.

PRÓLOGO

Durante la segunda mitad de los años ochenta del pasado siglo, Hanna Lévy-Hass sopesó la posibilidad de volver a establecerse en su país natal, Yugoslavia. […] Aunque había nacido en Sarajevo, Belgrado se le quedó grabada en la memoria como una ciudad más moderna y por tanto más adecuada para su “retorno” […] A tal fin decidió alquilar una habitación en cierto piso, dispuesta como estaba a empezar una vida nueva. La casera la observó mientras Hanna miraba por la ventana hacia la calle. Sabía que su futura inquilina era judía, y no se le ocurrió nada mejor que decirle:

-Desde aquí, desde esta ventana, veíamos como se llevaban a los judíos.

Eso le bastó a mi madre, no sólo para no alquilar una habitación en aquel piso, sino también para comprender que su lugar no estaba en Belgrado.
Resulta un poco extraño: ¿fue necesario que mi madre oyera aquella observación tan falta de tacto de aquella mujer, para saber que de muchas ventanas, gentes de Belgrado habían estado mirando cómo reunían a los judíos para ser transportados a un destino desconocido durante la ocupación alemana de la ciudad? ¿Acaso no existen esas mismas “ventanas” en otras muchas ciudades europeas?

[…] En lugar del campo de prisioneros que había habido en Bergen-Belsen y que no estaba ocupado por completo, en abril de 1943 se estableció un campo de concentración para judíos con el fin de retener en él a los que tuvieran, además, la nacionalidad británica o estadounidense, y a los que, en caso de necesidad, pudieran ser intercambiados por alemanes detenidos en Gran Bretaña o en Estados Unidos.

En su diario Hanna escribe:

BB. 26.8.44. Hay algo que me desconcierta profundamente, y es ver que los hombres son mucho más débiles, menos resistentes que las mujeres. Física e incluso, en muchos casos, moralmente. No saben dominarse y con frecuencia manifiestan una penosa falta de valor. En sus caras y gestos, el hambre provoca expresiones mucho más alarmantes que los de las mujeres […]

BB. 8.11.44. Me encantaría sentir algo agradable y estético, que se despertasen en mí sentimientos elevados y afectivos, emociones dignas. Es difícil. Estrujo mi mente pero no acude nada. Nuestra existencia tiene algo de salvaje, de cruel. Lo humano se ha reducido a cero. Los vínculos de la amistad sólo se mantienen por la fuerza de la costumbre, y normalmente domina la intolerancia. Los recuerdos de lo bello se han borrado, los disfrutes artísticos de antaño son algo inconcebibles en el estado en el que nos encontramos. El cerebro esta como paralizado, la mente violada.

Las heridas morales son tan hondas que nuestro ser entero se ha atrofiado. Tenemos la impresión de que un muro espeso y macizo nos separa del mundo normal de antes. La capacidad emocional está como embotada, ha desaparecido. Uno ya no se acuerda ni de su propio pasado. Por muchos esfuerzos que haga para reproducir algo de mi vida anterior, por mínimo que sea, no acude a mi mente ningún recuerdo humano.

No estamos muertos pero somos unos muertos. […]

El Moridero.

Vive tranquilo, Platero. Yo te enterraré al pie del pino grande y redondo del huerto de la Piña, que a ti tanto te gusta. Estarás al lado de la vida alegre y serena. Los niños jugarán y coserán las niñas en sus sillitas bajas a tu lado. Sabrás los versos que la soledad me traiga. Oirás cantar a las muchachas cuando lavan en el naranjal y el ruido de la noria será gozo y frescura de tu paz eterna. Y, todo el año, los jilgueros, los chamarices y los verdones te pondrán, en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño tranquilo y el infinito cielo de azul constante de Moguer.



 Juan Ramón Jiménez


“Platero y yo”



miércoles, 9 de marzo de 2016

De como Europa ayuda a los refugiados montando en Turquía un gran tanatorio



El refranero español es rico en expresiones, de no más de dos frases, que sintetiza con claridad y al alcance de todo “pichi” fotografías de la realidad, que a veces por exceso de rigor académicos se suelen expresar en espesos y tediosos tratados.

Así sintetizar la realidad circundante, sea esta local, regional, española, europea o mundial, pudiera expresarse en “las malas noticias no viene solas o “cualquier tiempo pasado fue mejor”, aunque yo utilizo la acuñada hace ya tiempo getafense a rabiar de “la cosa está jodida como la Alhóndiga”.



La Comisión Europea tomando decisiones sobre el terreno

Acumulen estadios e interpreten las señales: Europa se encuentra en estado catatónico. El Mediterráneo es un enorme cementerio. La Pérfida Albión amenaza con abandonar el barco. Siria, norte de África, Afganistán, Irak, Yemen…Ahora nos embarcamos en un cochambroso mecanismo de devoluciones masivas en caliente y a pronto pago con Turquía. El fascismo avanza, urnas por delante, de Este a Oeste y de Norte a Sur. Sumen a esto la pérdida de derechos sociales y económicos del común de los mortales, y no digamos de los mínimos derechos políticos de que disfrutábamos hasta recientes fechas libertad de expresión o manifestación por ejemplo (Ley mordaza, Código Penal,…).

Bueno, no parece que sea muy halagüeño el presente, y aun menos el futuro.

A este desaguisado sumen lo que nos viene desde el Atlántico, y no me refiero al por si devastador “El Niño” sino a Donald, y tampoco es el cascarrabias Pato de la factoría Disney, me refiero al denostado pero muy votado DONALD TRUMP.

No sé si EE.UU copia a Europa, o esta copia al primero, pero lo cierto es que de sus propuestas a corto plazo solo pueden alegrarse las constructoras. Los muros son las soluciones. En Yankilandia triunfa como patrón de respetabilidad el ser WASP, en Europa cambien el ser anglo-sajón por germánico y prácticamente es lo mismo.

Recuerdo con pasmo la discusión, en su día planteada, de que si debiera formar parte de los principios en que se debiera desarrollar el futuro de la Unión política Europea en el de sus raíces cristianas.

Visto lo visto ante la impudicia aplicada a los miles de asilados que se hacinan en nuestras fronteras yo reivindico el más que cristianísimo derecho al asilo eclesiástico.

‘Exilio’ de Pablo Neruda

Exilio
Entre castillos de piedra cansada,
calles de Praga bella,
sonrisas y abedules siberianos,
Capri, fuego en el mar, aroma
de romero amargo
y el último, el amor,
el esencial amor se unió a mi vida
en la paz generosa,
mientras tanto,
entre una mano y otra mano amiga
se iba cavando un agujero oscuro
en la piedra de mi alma
y allí mi patria ardía
llamándome, esperándome, incitándome
a ser, a preservar, a padecer.
El destierro es redondo:
un círculo, un anillo:
le dan vuelta tus pies, cruzas la tierra,
no es tu tierra,
te despierta la luz, y no es tu luz,
la noche llega: faltan tus estrellas,
hallas hermanos: pero no es tu sangre.
eres como un fantasma avergonzado
de no amar más que a los que tanto te aman,
y aún es tan extraño que te falten
las hostiles espinas de tu patria,
el ronco desamparo de tu pueblo,
los asuntos amargos que te esperan
y que te ladrarán desde la puerta.
Pero con corazón irremediable
recordé cada signo innecesario
como si sólo deliciosa miel
se anidara en el árbol de mi tierra
y esperé en cada pájaro
el más remoto trino,
el que me despertó desde la infancia
bajo la luz mojada.
Me pareció mejor la tierra pobre
de mi país, el cráter, las arenas,
el rostro mineral de los desiertos
que la copa de luz que me brindaron.
Me sentí solo en el jardín, perdido:
fui un rústico enemigo de la estatua,
de lo que muchos siglos decidieron
entre abejas de plata y simetría.
Destierros! La distancia
se hace espesa,
respiramos el aire por la herida:
vivir es un precepto obligatorio.
Así es de injusta el alma sin raíces:
Rechaza la belleza que le ofrecen:
Busca su desdichado territorio:
Y sólo allí el martirio o el sosiego.

viernes, 4 de marzo de 2016

De como primero se le acercaron los niños y despues beso a sus discipulos en el parlamento





Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: — Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme, por lo menos hasta el plató.



La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín, y no decimos nada...

La segunda noche, ya no se esconden y pisan las flores, matan nuestro perro y no decimos nada...

Hasta que un día el más frágil de ellos entra sólo en nuestra casa, nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo nos arranca la voz de la garganta.

Y porque no dijimos nada...ya no podemos decir nada.

 

Vladimir Mayakovsky


Con motivo del solemne acto de investidura del Don Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno he asistido (creo que hemos) a la máxima expresión de lo que se conoce como sociedad del espectáculo y a una palada más de tierra sobre el maltrecho Periodismo.

La Red y tertulianos de toda ralea, en tiempo real y a gusto del consumidor final, escudriñaban las mentes y propósitos de sus augustas Señorías con una pretendida destreza propia del más refutado nano neurólogo del mundo-mundial.

Algunos, espabilados ellos, pese a una supuesta bisoñez y a su debut en estas lides parlamentarias, demostraron  habilidades desproporcionadas en lo que podríamos definir como “pornoparlamentografía”. Conocedores de las debilidades del hombre y la mujer, se ofrecieron a esta Bacanal en red: Libidinosos ósculos, posturas imposibles en los escaños, tumultuosas algaradas en las filas, y su pizca de “gore” con referencias a sangre y elevación al atrio de la democracia a ex presidiarios.

Ante esta suculenta excrecencia la Red no defraudo: El chisme, la crispación, el insulto, la descalificación, la demagogia,.., fueron el menú perfecto de una taberna global abierta las 24 horas del día y 365 días al año (este encima con un día más).

Se acuerdan de aquella máxima periodística de toda información debe estar contrastada y a ser posible constatada. ¡Corre, corre, corre que te van echar el guante¡ era el “leitmotive” que a todo delincuente conocido (y reconocido) se aplicaba en su propósito delictivo.


Hoy desde el  anonimato, las alimañas campan a sus anchas. No son sólo los trolls o frikis los responsables de este pantano (unos por convicción y otros por devoción), son los internautas que cenados y aseados desde su IP anónima arruinan crédito y reputación ajenos, desde el altar de su Verdad y su gratuita Cruzada de Liberación arremeten contra los demás. No son meras opiniones, sientan cátedra en concepto de autor en permanente vorágine creativa (desde las tripas ante la ausencia de cerebro).

Con este panorama mediático y con ingentes cantidades de adictos social media, el panorama no pinta bien para los verdaderos profesionales de los medios de comunicación, que ven día tras día que su trabajo se ve continuamente desfasado y afeado por esta cohorte de imitadores y manipuladores de la opinión.

Para más desgracia, la batalla parece decantada a favor de la Red. La carta abierta a los trabajadores de la redacción de El País es un ejemplo de lo que pudiera acontecer al conjunto de la prensa escrita (recordar lo que pasa con este medio en internet, sobre todo en verano, me pone los pelos de punta ante lo que pudiera pasar si es permanente y exclusivo la existencia de este medio solo en la Web).


Si el efecto dominó continua, en el ámbito local es prácticamente un yermo, la prensa escrita (la seria) será una cosa del pasado.

Yo en tal caso prefiero a la vieja del visillo que al anónimo defecador.

Para concluir este artículo quiero hacer una especial mención de reconocimiento al que hasta recientes fechas fue el editor en papel del periódico local “Getafe Capital” (hasta su desaparición por desesperación), y en más recientes fechas, editor del formato digital del mismo (por merecida jubilación): Don Jesús Paulino Prieto de la Fuente.

Como no se pretende edulcorar ni domeñar caracteres, simplemente reconocer la labor emprendida, diré que el devenir de este medio es en parte ejemplo de lo que antecede a este escrito y en otra parte debido a la falta de una política institucional por los prebostes de turno, que de las muchas formas en que dirigen las políticas de emprendimiento y de activación de la economía, la cultura, o el ámbito propio que Ustedes quieran, arrinconan y dan la espalada a todas aquellas que sometan a crítica sus actuaciones ante la ciudadanía. Que decir tiene de las que pudieran adolecer de la debida transparencia o estricta legalidad. Aquí rojo es igual que azul o azul igual que rojo (honrosas excepciones habrá).
Un ejemplo de lo hasta ahora dicho Hasta el jr todo prometer, una vez jdo nada de lo prometido

Espero que la labor hasta ahora desarrollada en estas condiciones pueda ser revertida por la nueva directora Raquel González a la que le deseo las mejores de las suertes.

Si el mantener hoy en día cualquier unidad productiva es por sí un “sísifico” esfuerzo, qué decir del que se dedica a la transmisión de noticias, de opiniones, de hechos contratados, en definitiva de intermediación cultural entre el hecho social y político y, el ciudadano.

—Nini, chaval —agregó—, ¿es que ya no hay remedio?

—Según —dijo el chiquillo gravemente.

—Según, según... ¿según qué?

—El viento —respondió el niño.

 

 

 

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