martes, 27 de septiembre de 2016

De como el Sr Rajoy niega ser troskista pese a reconocer su "entrismo" en el PSOE y de como el "el invicto" concluyó con "si esto es la revolución..."



Ayer alguien comentaba en Ferraz: Para que digan que los del PP no tiene detalles.

“Como se le ha puesto el ojo a la perrilla”, ha bastado posicionarse o más bien manifestar una posición política para que el coro de aulladores hayan comenzado su sinfonía sin luna llena por medio.

Tras largos años envueltos en esa densa niebla que caracteriza el esteticismo político, viene uno, la disipa y la lía. Luego dirán los detractores de Don León que estaba equivocado en cuanto sus tácticas políticas. Si no es “entrismo” lo del Partido Popular que se lo pregunte a Don Pedro.

Que el PSOE declarase que no había más forma de ser republicano que acatar la Constitución, y por ello aceptaban la monarquía es una cosa, y otra que sean los Barones los que decidan, esto ya huele sospechoso.

Reprochar a un dirigente político que decida o a un candidato de una formación política a que no intente llevar a cabo su programa electoral, está a la altura del que se compra un coche y decide ir andando. Parece para estos, más coherente, que sin terminar la competición, uno le de el trofeo al otro.

Inimaginable, minuto 60 y Torres le da la Copa de Europa a Ramos. Ya lo recomendaba Di Stefano: No te pido que pares los balones que van dentro, pero no metas los que van fuera.

Que Sánchez arrastra el lastre de que elección tras elección sus números decrecen es obvio (un amigo le compara como el Usain Bolt de la política, no defrauda en cuanto batir sus propio record carrera tras carrera, también es verdad que a peor), pero empiezo a sospechar que si los mismos hubieran repuntado, tampoco creo que le hubiera liberado del personaje que el intelectual orgánico del españolismo le otorgó en el reparto de papeles de esta trágico comedia.

Aquí no es cuestión de tener al enemigo en las puertas (hostis ante portas), aquí el enemigo celebra en las playas de Troya el regalo aceptado de forma tan inconsciente por el PSOE hace ya muchos años.

La situación me recuerda cuando chaval jugabas un partido de futbol y, a efectos de igualdad en la contienda, cedías a uno de tu equipo o admitías a otro del contrario. Si tu cedido metías un gol a tus colegas eras un traidor pero si tu lo recibías también era un traidor el cedido. Es decir, haga lo que haga Sánchez, que no sea a título gratuito hacia Rajoy, será un traidor.

El drama de Sánchez es haberse posicionado contra Rajoy y por ende a las políticas a las que tan fielmente sirve. Lo cómico es que esta situación también deja a las claras que algunos compañeros ya tenían decidido no cumplir con su programa electoral.

Pedro opta por aplicar políticas de izquierdas, y esta posición no es que no sea oportuna simplemente es imposible de aplicar, no ahora sino nunca, para parte destacada de la representación institucional del PSOE (curiosamente la sustentada desde la muletilla podemita).

Los que son más dados a admirar el paseíllo (un gesto que le honra, España primero, responsabilidad, estabilidad, cumplimiento de compromisos,…) que la Política, les ha salido un grano.

La desmovilización del voto socialista pasa factura elección tras elección al PSOE, más allá de coyunturales traspasos de votos a otras formaciones.

Para que votar PSOE si posteriormente por Decreto se imposibilita querer llevar a cabo sus propuestas electorales.

Así el Partido Popular gana si Gana, pero también si Pierde, el caballo regalado hace años comienza a dar sus frutos.

Cuentan que con motivo de una visita del “invicto” a un certamen de arte, le espetó el guía: “Generalísimo vamos a entrar ahora a la Sala de los Revolucionarios” a lo que sátrapa, una vez recorrida la Sala concluyó: “Mientras hagan la revolución así…”.Arte (es) propaganda. Reflexiones sobre arte e ideología Alberto Santamaría