viernes, 5 de febrero de 2016

De como es mentira que No hay mal que dure cien años (lean abajo), ni cuerpo que lo resista (excepto si el corpus es la clase trabajadora organizada y cambativa).








"No hay que ir a las huelgas desorganizados y ciegamente, ni cuando intencionadamente las provoque el adversario. Por el contrario, hay que prevenirse bien, hay que organizarse mucho y saber de antemano los resultados que se pueden alcanzar. Donde no hay organización ni cálculo ni los medios complementarios que necesitan aquellas para dar buen fruto, se esconde una victoria patronal, un triunfo de los enemigos del trabajo".

En esta ocasión os traigo una parte del alegato realizado por el letrado Ramón Arronte Girón, militar y, como el mismo se describe, no suscriptor de las doctrinas de sus defendidos y cristiano, pero valiente, audaz, y brillante, como abogado defensor en la Causa General contra el derecho a Huelga y las organizaciones sindicales convocantes de HUELGA GENERAL DE AGOSTO DE 1917.
Sus defendidos no requieren presentación: Besteiro, Largo Caballero, Anguiano y Saborit, ni tampoco mayores adjetivos.
Son prácticamente CIEN los años transcurridos desde aquellos acontecimientos, y a tenor de lo que en breves fechas va a ocurrir con la celebración del Juicio a los Ocho de Airbus, parece que todo sigue igual.

Si estimáis a bien, disfrutar del texto y sacar vuestras conclusiones.
DEFENSA DE ANGUIANO, BESTEIRO, LARGO CABALLERO Y SABORIT, POR EL CAPITAN DEL REGIMIENTO DE INFANTERIA DE LEON DON RAMON ARRONTE GIRON

HUELGA GENERAL 1917

“Y, sin embargo, ninguno de esos delitos han sido cometidos, lo que a mis defendidos les es imputable; se haya tan lejos de los artículos en que se les incluye, que me revela a mí mismo de largas disertaciones.

Los Señores Largo Caballero, Anguiano y Saborit; como mandatarios de las entidades obreras a las que, ostentando cargos, como mandatarios pertenecían como directores de esas entidades, como gestores de los intereses de las mismas que los eligieron, se encontraron con una huelga acordada, no por ellos, que ni podían acordarla ni decretarla, sino por aquellos que para sus cargos los designaron.

Entre las misiones a ellos encomendadas, no ilícitamente, no de un modo subrepticio y oculto, sino a la luz del día, con toda publicidad, dentro de los preceptos en los reglamentos de las Sociedades de que formaban parte, aprobados por la autoridad, entre esas misiones, repito, es natural que se hallara como primordial la de dirigir y aconsejar a los asociados en los momentos en que más precisa se hace la dirección y el consejo, en los momentos en que aquellos haciendo uso de un derecho perfectamente estatuido en la legislación española, iban a declarar, o, mejor dicho, habían declarado ya una Huelga.

Negar el malestar social solo puede hacerlo un loco, un imbécil o un malvado, este último con reprobables fines. La carestía de los artículos indispensables para nuestra subsistencia ha planteado un problema en los modestos hogares de los que vivimos de nuestro trabajo, cuya solución se busca ávidamente por los interesados con resultado negativo.

Pero el malestar aumenta de continuo, y por lo que a la clase obrera se refiere, da la impresión de un grito de angustia. He aquí el motivo de la Huelga.

Pero la Huelga, vuelvo a repetirlo, porque es punto esencial para vuestro juicio, la Huelga es un hecho lícito, es el uso de un derecho legalmente definido y estatuido, y organizarla, dirigirla, encauzarla y aun provocarla es, por lo tanto, también perfectamente legal, ya que el organizar, dirigir, encauzar y provocar el ejercicio de un derecho es otro derecho innegable.

Nadie osará suponer en sus autores propósito alguno de promover disturbios; todo lo contrario, tratan de evitarlos,… no existe ningún indicio por el cual pueda presumirse la existencia de los delitos a que se refiere el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación: han trabajado, dentro de sus medios y convicciones para remediar estos males que van depauperando nuestra raza en aterradora progresión…No molesto más a vuestra atención. Espero vuestro fallo que ha de inspirarse en la más estricta justicia, fallo que seguramente llevará la apetecida tranquilidad a los honrados hogares de mis cuatro defendidos

 

HUELGA NO ES DELITO

La vida de nuestro maestro ha tropezado con un leve obstáculo y se ha ladeado.
La muerte le ha sostenido en la caída. Iglesias es suyo.
Un silencio, amigos; un buen silencio...
Julián Zugazagoitia

No hay comentarios: