martes, 15 de diciembre de 2015

Rivera y Rivera: Dos candidatos, muy ciudadanos, y un destino: La mujer con la pata quebrá y atada a la cama








A propósito del despropósito de esta Campaña, espoleado por los dos miembros de partido político CIUDADANOS que, a la sazón concurren de igual forma a las elecciones Generales a celebrar el próximo día 20 de diciembre por dicho partido en la circunscripción de Madrid, Rivera-Rivera, Nº1-Nº3, Hombre-Mujer, Alberto-Marta (mira que guapos y chulis salen), escribo estas breves palabras.

La polémica esparcida a modo de cizaña es sobre la bondad o no bondad de mantener el tipo de cualificado del Código Penal (Artículo 153) en su redacción actual, por cuanto califican el mismo como un linchamiento de la condición del hombre y una desvalorización de la condición de la mujer (no es que suene francamente mal, es que huele peor).

 

Artículo 153.

1. El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión de menor gravedad de las previstas en el apartado 2 del artículo 147, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres años, así como, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.

Más allá de las argumentaciones dadas para su justificación (por otra parte nada novedosas, ya que dicha propuesta forma parte del ADN fundacional de Ciudadanos), el verdadero objetivo era azuzar en las redes la cíclica campaña que desde las cavernas informáticas vomitan cada cierto tiempo en tal sentido, y, esta, ante la pertinaz sequia que nos asola, pudiera pretender pescar en un posible caladero de votos (cierto es que de ponzoñosas aguas).

Así, “post” o comentarios en hilos de muy clara orientación ideológica, que por antigüedad hubieran generado pingues beneficios en concepto de trienios, vuelven a la palestra de las redes sociales sin actualización alguna a modo de viejos conocidos (cadavéricos todos ellos en una redundante pleitesía a la muerte).

Recurren a viejas leyendas de mujeres que desde su lasciva y pecaminosa naturaleza (Lilith, demonio que rapta a los niños en sus cunas por la noche, encarnación de la belleza maligna, madre del adulterio, vientre fecundo de maldad), en calculadas acciones de carácter criminal pululan por este terruño con absoluta impunidad, previa practica de hechizos y encantamientos por los diferentes estamentos de la Administración de Justicia donde han sido sentenciadas.

¿Quién no recuerda a esa hija de Babilonia que tras asestar innumerables puñaladas a su hombre (maltratador o no es circunstancia menor), breve paso por prisión, retoza en su vida cotidiana sin cargo o culpa de que redimirse?

O aquella otra que pese años de brutales padecimientos en su privado ámbito familiar (insisto que es meramente descriptivo, ya que entra dentro de las atribuciones que por ser mujer deben ser inestimables dichas circunstancias) da caza a un desvalido marido (embriaguez continuada), le dispara meramente por portar cuchillo de grandes dimensiones en un sitio tan normal para blandirlo como es un cuarto de baño (hábitat preferido de hijas de la serpiente para pergeñar sus siniestros fines).

¿No deben ser todas ellas perseguibles por pretender disfrutar de la custodia de sus hijos, o del patrimonio, si lo hubiera, que el sacrificado pudiera detentar?

Ni una sola Sentencia, ninguna relación pormenorizada de los hechos, ausencia alguna de fundamentación jurídica, solo mala baba y absoluta abyecta exaltación del “machorulismo” rampante.

Por último, parece ser, que Doña Marta es fecunda y locuaz en esto de la polémica y recurre a otro clásico del revisionismo: "Los judíos lo pasaron fatal en los campos de concentración, pero el holocausto tiene una explicación política".

Como el filósofo tabernero de “Inma La Dulce” manifiesta en recurrente expresión: “pero esa, es otra historia” que ya volveremos a abordarla.

Os dejo la Sentencia del Tribunal Constitucional a los efectos de su lectura y os regocijéis en sus excelentes argumentaciones para combatir a esta lacra social.

http://www.tribunalconstitucional.es/fr/jurisprudencia/Pages/Sentencia.aspx?cod=15759

Y si no adquirir este bello relato a favor de la igualdad de género:

Cásate y sé sumisa de Costanza Miriano.

En el libro de la señora Miriano se puede leer, según El País, frases como: Si algo que él (el marido) hace no te parece bien, con quien tienes que vértelas es con Dios... Dios te ha puesto al lado de tu marido, ese santo que te soporta a pesar de todo... En caso de duda, sin embargo, obedece. Sométete con confianza... Es verdad, todavía no eres una cocinera experimentada ni un ama de casa perfecta. ¿Qué problema hay si te lo dice? Dile que tiene razón, que es verdad, que aprenderás. Al ver tu dulzura y tu humildad, tu esfuerzo por convertirte, también él se convertirá.

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