EL CABALLERO DE MAS ARRIBA PENSO MUCHO Y BIEN, LEAMOSLO, ANALICEMOS Y ACTUEMOS
La actual situación económica y financiera mundial lleva
al planeta al borde del abismo. Las recetas que durante los últimos doscientos
años se aplicaban para poder paliar los efectos de la cíclicas crisis no son
hoy suficientes ni adecuadas. La discusión respecto la adjetivización de la
crisis entre sistémica o cíclica no deja de ser un entretenimiento de toreo de
salón. La crisis es sistémica y de punto final.
Las consecuencias del ocaso de año
1.989, un modelo alternativo al capitalismo, hoy tiene paralizada a la izquierda
en su globalidad, se “gripó” el motor y no había piezas de recambio ni mecánicos.
La socialdemocracia se arrastra en sus propias contradicciones y falta de
soluciones. A la izquierda de esta, solamente funcionan a duras penas movimientos
de acopio de sentimientos, acríticos, pero muy heterodoxos en su conformación
(alter mundistas).
El capitalismo fenece, la duda
esta en que paliativos se le debe aplicar, ya que se corre el riesgo que, como
el ahogado que bracea, arrastre a su “partenaire” al fondo tras la dialéctica
mantenida a lo largo del siglo pasado. Hoy ya nadie duda que de la
superación de esta fase del capitalismo se depare un nuevo hombre o
socialismo redentor alguno, tal y como el marxismo tradicional sostenía.
“La ley de negación de la negación completa la anterior,
explicando el modo en que se resuelve la contradicción, dando paso a una
realidad nueva que contiene los aspectos positivos de lo negado. El primer
momento del movimiento dialéctico, el de la afirmación, supone la mera
existencia de una realidad; el segundo momento, el de la negación, supone la
acción del elemento contrario que, en oposición con el primer momento, lo
niega. El tercer momento, negando al segundo, que era ya, a su vez, la negación
del primero, se presenta como el momento de la reconciliación, de la síntesis,
recogiendo lo positivo de los dos momentos anteriores”.
Debemos a retomar a Marx como método de análisis pero sin
los perjuicios de su interpretación con final predeterminado, la praxis que del
mismo se depare será diferente a la hasta ahora conocida.
Hoy solo hay unidad de
sentimientos, lo que hay que conseguir es la unidad de pensamiento, crítico y
alternativo al monocultivo neoliberal imperante.
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