jueves, 22 de marzo de 2012

Alá, Alá, Alá ¿Madrid?




AQUI UN HOMBRE QUE CUMPLE ESTRICTAMENTE LAS NORMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE Y APLICA DEVOTAMENTE LA REFORMA LABORAL



Hace escasamente unos minutos  se ha anunciado el cierre de una conocidísima multinacional. La susodicha pertenece al sector de la línea de productos de aseo personal  y  limpieza. Su cierre, calificable de homicidio laboral, se produce en el municipio de Aranjuez.

Un representante del Comité de Empresa manifestaba su desconcierto ante tal sorpresiva medida adoptada unilateralmente por la empresa. Comentaba las recientes elecciones sindicales celebradas, la buena marcha de empresa, en fin la sensación de que por bien que vaya una empresa, estos abnegados creadores de empleo no les tiembla el pulso a la hora de ubicar sus benefactoras obras sociales en otros lugares donde las condiciones laborales sean más benévolas para su benemérito fin: máximos beneficios máxima explotación.

Que las multinacionales jueguen al monopoly con la clase trabajadora no es ninguna novedad, pero que supuestas marcas nacionales practiquen similares actuaciones no deja de ser contradictorio. En el día de hoy se ha presentado a bombo y platillo el nuevo parque de ocio del Real Madrid. ¿Ocupara las instalaciones de la extinta fabrica de Aranjuez aludida? ¿O acaso suplirá con generación de empleo la infinidad de EREs realizados en la Comunidad de Madrid?.  ¡Que va!, a los Emiratos Arabes Unidos que se piran. Espero que de la masa social madridista, me consta, se alcen voces de socios que ven como no solo su empleo se evapora sino que el club de sus amores se petroliza por un puñado de dólares.

Que avaricia, no solo se quedan con los medios de producción sino que con las marcas nos desubican. En pocos años los estadounidenses ya no se equivocaran de situar a España en Sudamerica, sabrán donde está, como saben que Francia está donde la Disney tiene una sucursal.

Parece ser que en esto del futbol hasta la lucha de clases tiene cabida. A unos nos mandan a la Peineta y otros nos hacen la peineta.

Mi máxima solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de la multinacional que anunciaba que nunca nos abandonaría, y perdonen la trasgresión futbolística pero es que no puedo con mi vida.

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