miércoles, 8 de febrero de 2012

Doña Patricia mi padre ha cumplido ya ha muerto

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HE AQUI UN CULPABLE DE LA CRISIS

La Ley General de Sanidad se formuló por varias razones, una de ellas por provenir de un mandato de la Constitución Española, porque en el artículo 43 y en el artículo 49 de texto normativo fundamental establece el derecho de todos los ciudadanos a la protección de la salud.

La Ley reconoce el derecho a obtener las prestaciones del sistema sanitario a todos los ciudadanos y a los extranjeros residentes en España.

Patricia Flores, tiene razón cuando se pregunta: “¿Tiene sentido que un enfermo crónico viva gratis del sistema?” La respuesta se encuentra en el acervo popular: Para poca salud más vale morirse.

Mi padre, recientemente fallecido, fue uno de esos indeseables que tras haber estado trabajando desde los doce años, en venganza al sistema cronifico una enfermedad renal.

Su depravado sistema consistía en tener cada día en tener que enchufarse a una maquina de diálisis cada seis horas, sin excepción en el almanaque y sin excepción en el horario.

Así planeo que las cotizaciones que durante tantos años realizó junto al pago de sus impuestos deberían ser saqueados y autoconsumidos por su pertinaz odio al sistema. Tal fue su inquina que incluso desistió de poder tomar vacaciones o desplazarse a casa de alguno de sus hijos por Navidad, cumpleaños de algún familiar o solo disfrutar de un paseo, con tal de engancharse a la dichosa máquina y gastar y gastar en medicinas por la cara.

Los crónicos en España son una Legión, verdadero ejercito encubierto que socava los cimientos de esta bendita democracia liberal, y aliados estratégicos de los trabajadores, deshauciados y parados causantes de la actual crisis económica y financiera a costa de la bondadosa patronal y benemérita banca española.

Doña Patricia mi padre ya cumplido con sus deseos, ya ha palmado, un lastre menos, ahora ocupare Yo el papel de pagador del sistema, con tanta convicción que hasta pagaré su sueldo. Seré gilipollas.