El asesinato de Jo Cox en el día de ayer no debe interpretarse como un
mero crimen. Tampoco creo que sea suficiente conformarnos con las explicaciones
ofrecidas por el “establishment”, basadas en las condiciones subjetivas del
asesino.
La forma de interpretar el mundo y de resolver sus
conflictos los individuos ha virado de forma radical en esta última década y este
crimen, desgraciadamente, es un fiel reflejo de ello.
El
relato con narración lineal está a la baja: La introducción, nudo y desenlace
ha muerto, como murió Dios para Nietzsche, Hegel o Dostoievski Gott ist Tot. (Tal es el endiosamiento del
hombre, de «el último hombre», el que ya no va a reconocer ningún poder por
encima de él mismo)
Ahora toca experimentar con
una nueva forma de relato no lineal: La
no secuencionalidad de los acontecimientos donde los hechos no están
presentados cronológicamente, sino mezclados, a veces de manera muy complicada
e incluso inteligible. El hiperrelato como técnica literaria o cinematográfica se ha impuesto a los diferentes modos de
presentar la realidad, de igual forma que el Metarrelato desaparece en las
ciencias sociales en beneficio del "Petites Histoires".
Esta forma de crear, y por
tanto de trasladar un pensamiento, se hunde en la ciénaga social que vivimos
hoy dominada por el postmodernismo: La
tesis del fin de la historia, el carácter fragmentario del lenguaje, el
liberalismo individualista y la idea y práctica de una política localista.
El virus se extiende y se materializa
de diferentes formas, pero todas ellas con mortíferas consecuencias. Da igual
que sea a cuenta del BREXIT o de las diferentes reivindicaciones nacionalistas que
asolan no solo a Europa (incluidas las nuestras). Da igual que sea para
reivindicar un local ocupado que la EUROCOPA. Como da igual donde produzca, sea
en Orlando, Londres, París, Marsella, Las Ramblas. El elemento común denominador
no es analizar las causas, solo nos quedamos con las consecuencias. Un mundo
más hostíl y una sensación de que todos estamos paralizados por el miedo.
Don Francisco, inmortal Juncal,
lo define como: temor, recelo, rescoldo, aprehensión, cuidado, sospecha,
desconfianza, cerote, medrana, pánico, cangui, canguelo, julepe, jindama,
pavor, mieditis, espanto, terror, susto, horror y repullo.
Hoy se da como bueno un
video que supuestamente ajusta las
cuentas con unos supuestos políticos corruptos por unos empoderados ciudadanos de no se sabe qué
país, y se pide su aplicación para los
nuestros, pero con carácter genérico, indefinido, amplio, de arriba abajo.
No es para un Pujol, Rato, Bárcenas, responsable de un ERE fraudulento,…Sírvase
el pueblo a sus anchas lo importante es ajustar fino.
A los pocos días, ese video
que se populariza por la Red, resulta ser una “gamberrada” de unos naZionalistas
ucranios. Los supuestos corruptos en realidad son diputados y diputadas electas
del Partido Comunista de Ucrania que, para su suerte y que sepamos hasta hoy, SOLO fueron arrojados a cubos de la
basura. Advertido el error, lejos de rectificar, el video se hace viral y sirve
tanto para unos y para otros para administrar la justicia social.
De igual forma proliferan
videos de innumerables atrocidades
cometidas a animales, exaltaciones de los colores futbolísticos
desproporcionadas, defensa de no sé qué
derecho a quedarme en inmueble ajeno con amplio despliegue de guerrilla
urbana, etc.
El individuo, despojado de las ilusiones de las utopías centradas en la lucha por un futuro utópico, puede vivir libremente y gozar el presente siguiendo sus inclinaciones y sus gustos (Lyotard)
En definitivas cuentas
Negar la vigencia de la
lucha de clases y la existencia del conflicto social es una patología extendida
no solo en la derecha, se extiende la metástasis en el campo
de la izquierda, y no sirve solo echar la culpa a PODEMOS y su calculado
laboratorio social en que pretenden convertir a España tras las elecciones
Mientras, las condiciones
laborales están a nivel de las “subpimes”, se instaura un nuevo modelo social
basado en réprobas desregularizaciones a todos los niveles y el ordenamiento
jurídico es un mero “memento” económico, la izquierda o calla o se refugia en valores en alza.
Tal vez esté equivocado en
mi análisis y errado en la soluciones, incluso pudiera estar atrapado en un
entramado de convicciones, a buen seguro, no acordes a los supuestos nuevos
tiempos que obligatoriamente quieren imponernos. Pero de lo que estoy seguro es
que no quiero un nuevo Pais con esos mimbres y que el Congreso acabe en un aséptico
laboratorio.
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