Ando enfrascado estos día en la lectura del último libro publicado de Paul Auster, “Sunset Park”, tras la tortuosa finalización de “El Cementerio de Praga” de Humberto Eco.
La trama del libro no puede ser más actual: Un puñado de personajes, jóvenes y formados, se ven convertidos de la noche a la mañana en unos 'sin techo' que se rebelan ante la única oferta que la sociedad les propone: prostituirse laboralmente.
Su enfrentamiento, "face to face", al sistema capitalista y la fidelidad a sus principios, los hace buenos perdedores pero a la vez grandes adversarios de esta castaña de mundo en que algunos se empeñan en convertir.
Auster introduce otro elemento en la trama: la obsesión por el film “Los mejores años de nuestra vida”, película que siempre la recuerdo con cierta congoja. Grandiosa locución a las crisis cíclicas del capitalismo y al grado de profundidad que las mismas alcanzan superando la última a las anteriores (1928-1945-1973-1995-2008)
Más allá de recomendar las referencias literarias aludidas, hay otro elemento que define a la obra como adaptable a cualquier otro país, de por los "malotes" definido como “mundo libre”: La ausencia absoluta de ninguna acción de gobierno para abordar el problema del empleo, y menos aun el más acuciante de jóvenes y mujeres.
Si los denodados esfuerzos de los Gobiernos de turno por garantizarnos una pensión pública (digna la llaman, que condescendientes), garantizarnos un sistema financiero que salvaguarde nuestros ahorros (la cantidad monetaria excedente de las personas, que finos), garantizarnos un sistema de servicios esenciales de educación, sanidad y servicios sociales (carta de servicios la denominan, que elocuencia), garantizarnos...¿Cuando dejaran de gastar ingentes cantidades de dinero (inyectar liquidez, insuflar al sistema de señales positivas, armonizar el sistema bancario, brotes verdes,...) a un sistema caduco, perverso y cuando menos homicida?.
Sin empleo no es que no ya nada (entendido como la posibilidad de poder comer, vestirse, tener una casa, medio de locomoción, ocio,...), es que sin empleo nos anulan como seres humanos, nos devuelven al concepto capitalista de la mercancía (todo lo que se puede comprar o vender).
No se que en que “round” nos encontramos, pero el combate no ha concluido y nadie va a tirar la toalla al “ring”.
Firmado: Milles Heller y millones de hombres y mujeres que vamos a cambiar este sistema capitalista por otro más justo, igualitario y solidario.
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