lunes, 28 de noviembre de 2016

De como se publica hoy en el The News Hell la fuga de unos tales Jacinto Ochoa y Marcos Ana




"Yo denuncio"

Yo no pido clemencia. Yo no pido
con un hilo de voz descolorida
perdón por la vida que me deben.

Odio la voz delgada que se postra
y el corazón que llora de rodillas
y esas frentes vertidas en el polvo.
hecha añicos la luz del pensamiento.

Yo no pido clemencia.
Doy banderas.
Paso de mano el golpeado
corazón de mi pueblo prisionero.

La muerte trae aparejada una ingente cantidad de alabanzas o improperios, según el caso, y las muestras más fervientes de simpatías o antipatías hacia los finados. No hace falta que sus vidas hayan tenido transcendencia pública, nadie escapa a la voraz rememoración de sus actos en vida por sus deudos.

No recuperados de la muerte del Poeta, la de la guadaña aprovecha su viaje y nos arrebata al Comandante.

De la biografía de Marcos Ana se ha destacado su estancia en las cárceles franquistas por más de una veintena de años. Simplemente es aterrador, no solo por el número de años de reclusión, sino por el modelo penitenciario existente en aquellos años y por el régimen penitenciario que aplicaban los carceleros a los reclusos por motivos políticos. Creo que es imposible hacerse una idea de que debió ser ese infierno en la tierra.

Los veintitrés años de secuestro de Marcos Ana me trajo a la memoria a otro Héroe, comunista como Marcos Ana, luchador por las Libertades como Marcos Ana, y fiel a su ideología y principios hasta el último de sus días como Marcos Ana:

Jacinto Ochoa Marticorena.

Supe de él por casualidad, ya que encontrándome en Pamplona, e intentando pasar de la mejor forma posible el exceso de la noche anterior, di con una librería en que exponían un libro “Jacinto Ochoa La Prisión más larga” de José Luis Diez Monreal.

La curiosidad y mi más absoluto desconocimiento del personaje, sumados a cuestiones de carácter ideológico me lanzo a coger un volumen y echarle un vistazo: Prácticamente 27 años de prisión. Lo adquirí y al regresar a Madrid me lance a su lectura, y está fue del tirón. Si no fuera por el carácter verídico de lo relatado, y por tanto trágico de lo sufrido por el personaje, estariamos ante un auténtico personaje de ficción a modo de Steve McQueen en “La gran evasión”.

Varias fugas del Penal de San Cristóbal, de triste recuerdo por lo acontecido en entre sus muros, una de ellas con entrega voluntaria para poder en conocimiento de sus compañeros la situación del exterior para caso de hacer una fuga más amplias tener mayores probabilidades de éxito, su incorporación a la guerrilla antifranquista, vuelta al presidio, y tras su libertad a la clandestinidad del Partido.

    • 1ª detención: 19 de julio de 1936, en Pamplona (19 años). Pertenecía a las recién fundadas Juventudes Socialistas Unificadas. Lo llevan al penal de San Cristóbal.
    • 1ª fuga: tomó parte en la fuga masiva de San Cristóbal el 22 de mayo de 1938. Tenía 21 años.
    • 2ª detención: capturado a los dos días, el 24 de mayo de 1938, en Sorauren.

    • 1ª Puesta en libertad: salió en libertad atenuada en septiembre de 1940 (23 años). El arzobispo de Pamplona, Marcelino Olaechea, intercedió por él.
    • 3ª detención: enero de 1942 (25 años). 16 meses después vuelve a caer en Pamplona. Lo llevan a Madrid en mayo de 1942; pasa por las cárceles de Yeserías y Porlier, y es condenado por delito de espionaje y contra la seguridad del Estado en febrero de 1943. Jacinto solicita el traslado al llamado entonces Sanatorio Penitenciario de San Cristóbal, para cumplir la pena en trabajos auxiliares, adonde llega en julio de 1943 (26 años).
    • 2ª fuga: La evasión se produce el 6 de septiembre de 1944 (27 años). Consigue –acompañado de un amigo- llegar a Francia y ponerse en contacto con el PC.
    • Un mes después, en octubre de 1944, desde Toulouse se prepara la invasión del valle de Arán. Regresan a España con la invasión del maquis. El grueso de ellos por el valle de Arán, Jacinto y otros por el Pirineo navarro.
    • 4 de noviembre  de 1944 (27 años). Jacinto, después de vagar durante quince días,, exhausto, por los montes cercanos a la frontera de Francia con Navarra,  fue detenido el 4 de noviembre cerca de Yanci (Igantzi) y conducido a la prisión donostiarra de Ondarreta.
    • Tras Ondarreta, pasó por las cárceles de Carabanchel, Puerto de Santa María y Burgos, desde donde salió en libertad definitivamente el 4 de noviembre de 1964 (47 años).
    • En total 26 años y 10 meses.

 

Como es de difícil saber a ciencia cierta, aunque los agnósticos algo nos barruntamos, respecto lo que nos depara al dejar de vivir, caso de encontrarse Jacinto y Marcos Ana en el infierno, no me cabe la menor duda de que, entre verso y verso, ya exista un plan de fuga, y de estar en el cielo, no le rindo ganancias a San Pedro.

No hay comentarios: