Ya he solicitado una nueva actualización de esa enciclopedia gastronómica que, por lo menos para mí, es el Libro de los Libros de los fogones: Simone Ortega y sus 1.080 Recetas.
La sección a añadir es la correspondiente a recetas “mágicas” en tiempo de crisis, y todo gracias a ese importante elenco de nuevas promesas de cocinillas que dejan en mantilla a los Adriá, Subijana, Arzak...
Me refiero a esos inefables servidores públicos, con tan alta consideración institucional en materia económica, que entre todos y todas mantenemos y tan brillantes soluciones nos aportan al momento actual.
Antes del verano fue el Director del Banco de España, Sr. Fernández Ordóñez quien deleitó al personal con sus innovaciones en el difícil arte de los pucheros (ajustar el fuego y deleitarse, con total libertad, de las fragancias que despiden los condimentos).
Ayer se incorpora el Presidente de las Cajas, Sr. Quintás, con sus revolucionarios planteamientos respecto a las “pringás” y el papel que en el mismo debe jugar ese, hasta la fecha parece ser poco valorado, ingrediente de la misma que es el chorizo español.
Nuevamente nos sorprenden ese impagable elenco de “cooperadores necesarios” del desastre financiero-económico-fiscal-político en que se ve en curso España con su visión del ¿Qué hacer?.
¿Se imaginan que esta extendida práctica de publicitar las opiniones (bendita libertad de expresión) sobre asuntos de interés político, para lo que no se les paga a estos denodados servidores públicos, se extendiese a toda la Administración?
Que vengo a entregar la matricula de mi hijo, vale pero Zapatero es un mamarracho.
Que vengo a solicitar una Licencia, vale pero no ve Usted que se llenan los bolsillos.
Que vengo renovar el DNI, será cuando se cambie el gobierno, no te fastidia.
¿Por qué no se callan?, O mejor que hablen, si quieren, pero no a costa de todos y todas.
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