El Gobierno a lo suyo, ayer una cosa hoy otra. La nueva ocurrencia es la implantación de un Impuesto “verde” que grave el uso del vehículo. Pura contradicción, te dan por comprar te cobran por usar.
Desde las fechas centrales de la canícula fue el Ministro de Fomento el que al grito de: ¡se nos acaba la pasta! Inicio el método tan acientífico del globo sonda. Ni programa electoral, ni reflexión previa, ni nada de nada.
"Si es necesario elevar determinados tipos impositivos a los que tienen más renta, habrá que hacerlo"... Agárrense como ricos son las rentas de más de 50.000 euros anuales. Si sabemos que el 90 % de la recaudación del IRPF lo constituyen los asalariados, es decir los curritos, aquí falla algo que la inmensa mayoría de los verdaderos ricos se escapan por algún sitio:
En 2007 se introdujo una reforma -que significó un incentivo para las operaciones especulativas- a partir de la cual las plusvalías patrimoniales cotizan al 18%.
Un arcaico Impuesto de Patrimonio se suprime, en vez de actualizarlo.
El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es utilizado por las Comunidades Autónomas como ariete de modelo liberal y de buen gobierno para sus ciudadanos ¿corresponsabilidad fiscal?.
Papá Estado luego proveerá, ¿verdad Sra. Aguirre?.
Subir los impuestos indirectos, el IVA, es sinónimo de una política fiscal no progresiva, regresiva y antisocial.
Subir impuestos especiales (alcoholes y gasolinas), es de misma naturaleza al anterior.
En fin todo parece indicar que por muchos Comités Federales y televisivas muestras de “prietas las filas adusto ademán” de los allí concurrentes, la vida sigue igual o como dice el “nangüi”, así es la vida, unos (te) joden y otros miran.
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