miércoles, 17 de diciembre de 2008

¿Y Don Pedro que dice?

Estimado Don Pedro: Vaya por delante el aprecio personal que siento por Usted que, por otra parte, es inversamente proporcional a nuestra cercanía política (tanto más por su praxis que por su sintaxis), lo cual no deja de darme vértigo ya que, al parecer, compartimos ese “vasto” espacio denominado de la izquierda. Tras la manifestación realizada por Usted (obvio su trascripción por reiterativa y por que el paso del tiempo no la hace menos bochornosa) trufada de sectarismo bipartidista, y después del panegírico, a modo de loa, que su propia Corporación le ha dedicado (permítame que le recuerde el trance de Ulises en la Odisea con motivo de su paso por la isla de las Sirenas) debo manifestarle las siguientes consideraciones: Primera: No por más que pida perdón a los católicos estos están dispuestos a dispensarle de su falta. Segunda: No por más que el partido Popular le pida su dimisión, en términos democráticos, espere que le apoyen en otros menesteres, solo los que en su designación le apoyaron deben tener su consideración. Tercera: No por más que el Sr. Alcalde de Alcobendas se arrepintiera cinco minutos después de lo manifestado (la extraña raza de los “sociatas”), en similares términos a lo por Usted expresado (por motivos anatómicos freudianos), no tiene más razones, ni crea que es por que se arrepienta de lo dicho sino que busco una coartada. Cuarta: No por más que insista en su dilatada vida política, nadie se lo va atener en cuenta, servidor el primero. Usted verá, si Izquierda Unida, PNV, CIU y PAR excuso PSOE, fueron quienes le eligieron y ahora le ratifican, de más a la praxis y menos a la sintaxis.

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